“El dictador de Copenhague” definitivamente es un texto superior, contundente, himno nacional de las ambigüedades y de las evocaciones, único, irrepetible, terco, borracho y pesadamente urgente. Un territorio de nuevas narraciones, tan necesarias para mantenernos vivos, como las nuevas bebidas o las nuevas drogas. Un territorio donde no existe límite entre la justicia y la venganza cuando se trata de enfrentar al homicida de quien más has amado en el mundo. Un lugar en una historia de un lugar llamado Copenhague como tantos pueblos en Colombia que tienen nombres de grandes capitales del mundo pero que en nada se le parecen. Un grito de nostalgia. El amor por un hijo como el resumen de los amores más grandes que pueda experimentar un ser humano y las aventuras más bellas o destructivas que pueda llegar a ser y a hacer. Un universo mágicamente acotado y mágico en su estructura y la manera en que se cuenta la historia de este profesor de una zona rural colombiana.

Hace parte de la colección Teatro Colombiano. Se encuentra en el empaque de la colección.